viernes, 8 de junio de 2012

POLITICOS

Algo más que indignación... me producen los políticos y su anegada vida de servicio a los demás, una vida tan sacrificada como mal entendida. Esos pobres hombres y mujeres que tanta moderación y decoro piden a los demás mientras ellos despilfarran y roban a manos llenas. Esos que toman y toman y nada dan, además de malgastar lo que no es suyo y tomar lo mío y lo tuyo para llenar su propio saco. Esos que de necesitar nunca encuentras a no ser que lleves velo en la cabeza, seas extranjero o les caigas en gracia; ni siquiera por hambre te ayudaran porque alimentarte sería derrochar el dinero del contribuyente y para esa nadería ya existe Caritas
Da igual el cargo y el color del pensamiento que ostenten, que sean de izquierda, derecha o centro, el único fin del político es trabajar lo mínimo, cobrar lo máximo, distraer lo posible por el camino y como colo-fon a su carrera un sueldo vitalicio en pago a seis o siete años dedicados a sí mismos, comilonas viajes, coches oficiales, dietas y largo etc que de repetir aquí mi indignación no cabría en España.      
Por supuesto de éste repaso indigno se libra de la quema una minoría muy pequeña que dentro de ésta desvergüenza hace lo que debe y que desde aquí  felicito doblemente por su honradez y por trabajar por y para mi que a fin de cuentas soy quién le paga.    

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